Apasionante debate el vivido en la tarde del 13 de Noviembre en la Parroquia de la Concepción con motivo de las elecciones que se van a celebrar en España el próximo domingo. En esta ocasión se unieron 6 nuevos miembros a los que agradecemos su presencia y sus aportaciones.
La semana anterior concluimos el estudio del discurso del Papa Benedicto XVI con los universitarios y D. Antonio propuso para este domingo, ante las inminentes elecciones generales, que debatiéramos sobre el ejercicio del voto de un cristiano católico en unas elecciones parlamentarias. ¿Qué tenemos que tener presente a la hora de depositar nuestro voto en las urnas? ¿La actual crisis económica? ¿ La extensión de nuevos derechos o el mantenimiento del estado de Bienestar?
Es obvio que son aspectos importantes pero la Iglesia en este sentido es clara, el criterio fundamental que debe guiar a un católico debe ser el de LOS VALORES que los partidos defienden en cada momento.
Actualmente, vivimos en una sociedad en la que los políticos no se pronuncian claramente sobre cuestiones morales porque piensan, que de hacerlo, perderían muchos votos. Esto es fiel reflejo de la sociedad timorata y sin referentes morales en la que nos encontramos. Por tanto, los católicos tenemos que ser auténticos y coherentes con nuestra fe a la hora de votar.
La actual crisis económica, tiene su origen en una combinación de múltiples factores socioeconómicos pero el desafío más importante al que nos enfrentamos es la crisis de valores existente en la sociedad. Se ha extendido la idea, de que lo bueno o lo malo, es lo que decida la mayoría. Bajo esta premisa errónea, se han aprobado en los últimos tiempos leyes que atentan contra el derecho fundamental a la vida. Los católicos tenemos que ser consecuentes en estos asuntos que afectan a derechos fundamentales de las personas, la moral no se consensúa, lo bueno y lo malo, no lo pueden establecer mayorías parlamentarias.
El debate concluyó con el análisis de los actuales partidos políticos y D Antonio matizó que la Iglesia considera legítimas todas las opciones políticas siempre y cuando éstas sean democráticas y persigan el bien común de los ciudadanos y, como hemos dicho antes, respeten la naturaleza de las cosas y los derechos fundamentales de la persona.
Miguel Ángel Cano Soler
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