miércoles, 16 de mayo de 2012

El sentido de nuestras vidas


En la pasada reunión, retomamos la Carta Apostólica del Papa con la que se convoca el año de la Fe, concretamente la primera mitad del punto 10.
La Fe : Don de Dios. Nuestra tarea es vivirla, no como una imposición, sino como una elección, trasformando íntimamente a nuestra persona.

Las cosas del día a día, por muy negativas que puedan resultar desde un punto de vista objetivo, adquirirán una perspectiva muy distinta desde una profunda vivencia de la Fe.
Los hechos no tienen una única realidad, están sometidas a nuestras percepciones emociones y sentimientos (Inteligencia emocional).
Un ejemplo lo tenemos en nuestras Organizaciones de Ayuda Humanitarias (ONGs). El hombre tiende de forma natural al egoísmo, pero esta desinteresada ayuda a los demás se llena de sentido vivida desde la Fe.

“Trabaja como si todo dependiera de ti sabiendo que todo depende de Dios” San Ignacio de Loyola.

La Fe se puede vivir internamente, pero cuando uno experimenta lo que le aporta, siente la necesidad de compartirla. Es la misma sensación de euforia que sentimos tras un gran éxito o una alegría. La mayor satisfacción está en transmitirla a los demás.
En este sentido remarcamos la importancia de profesar nuestra Fe, como cuentan los evangelistas que se hizo en los Hechos de los Apostoles. Así relata San Lucas la experiencia de San Pablo, cuando en los Filipos  “El Señor le abrío el corazón para que aceptara lo que decía Pablo” (a Lidia). Para recibir la Fe no solo es necesaria la transmisión del contenido sino abrir el Corazón para recibirla.

Las distintas formas de vivir la Fe, nos llevó a debatir sobre las experiencias de personas, que sus circunstancias les llevan a separarse de Dios y de la Iglesia.
Una situación familiar difícil, el divorcio, un aborto, el sacrilegio y otros pecados mortales. Como alcanzar el perdón, y como después de una situación difícil, a  veces, la Fe se ve reforzada.

Adentramos mucho en los distintos tipos de separaciones matrimoniales, por qué se suceden y como acercarse a la comunión después de las mismas. La reunión se alargó bastante, debatiendo sobre estas circunstancias difíciles que se dan en la vida, como obtener el perdón de Dios y saber volver a su lado.
Miguel Fernández de Molina
















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