martes, 27 de diciembre de 2011

Primer encuentro Espíritu JMJ


¿Cómo resumir un día tan especial? Quizás más que un día, habría que remontarse  un mes;  bueno mes y medio, cuando no se había iniciado nada en Córdoba, sólo una idea en nuestra cabeza: ¡La JMJ! Llevar la JMJ al mayor número de personas posible. ¿Cómo se explica q el mismo evento sea vivido de forma tan diferente por cada uno de los participantes? Millones de experiencias que esperan ser contadas, transmitidas… Así comenzó todo. Esa vivencia no podía caer en el olvido, ese espíritu renovado no podía esfumarse… el espíritu JMJ debía perdurar… Y así nació el Espíritu JMJ. Primero  en Sevilla y más tarde en Facebook, ya que el Santo Padre pidió que fuese la JMJ de las redes sociales. Luego iría surgiendo en las diferentes ciudades. Pero veamos cómo se organizó el encuentro 18D.

El pasado 5 de noviembre, un día como podía ser otro cualquiera,  María propone en Facebook un encuentro Espíritu JMJ en Sevilla, ya que las redes dan para mucho pero no para todo. Sonaba genial, un encuentro de jóvenes, con un espíritu vivo, con un espíritu joven, con un ¡espíritu JMJ! Inmediatamente la idea fue secundada por numerosos “me gusta”. Claro que la cosa dió un giro inesperado cuando algunos sugieren que se llevase a cabo en Córdoba. ¡¡¡Córdoba!!! Cuando María me comunicó que se había propuesto en Córdoba pensé: “¿Córdoba? Si no hay ni grupo, ni parroquia, ni sacerdote, ¡¡¡ni tiempo!!!”. Hoy sonrío al recordar cómo ha resultado el encuentro. Si me cuentan cómo iba a acabar la historia no me lo hubiese creído. Mujer de poca fe, ¡el Señor lo puede todo!

Es difícil describir la evolución de los preparativos, sobre todo porque al principio no progresaban. Más bien parecía una “carrera de obstáculos” a contrarreloj. Cada semana ocurría algo. Primero la cuestión de la fecha, que no se acababa de centrar; después el sitio, costó   muchísimo localizar un lugar, dada la fecha y la cantidad de celebraciones de comidas navideñas; luego el menú, cuadrarlo fue encaje de bolillos, eso por no decir el número de personas que bailó arriba y abajo como quiso (no sé si por sevillanas o por seguidillas…) y por último el coro, que no sabíamos ni de dónde sacarlo y que resultó ser la mezcla de tres coros distintos. El ensamblaje de todo fue un poema, pero se consiguió.

¡Y por fin llegó el Gran Día, el 18D!:

La Misa nos dejó a todos marcados. Fue preciosa. No hubo mejor manera de comenzar el día. Había una complicidad en la capilla como si nos conociésemos de toda la vida. Estábamos unidos, ahora me doy cuenta de cómo: Unidos en un solo espíritu… ¡el Espíritu JMJ! La participación de los jóvenes de Córdoba, Granada, Sevilla, Jaén,… todo perfectamente sincronizado. La unión en los cantos, la cuña publicitaria de Pablo para la confesión, el villancico casi improvisado (no sabéis cuanto dió de sí el villancico… ¡y eso que fue ensayado por bluetooth!), la majestuosa homilía sobre la Alegría de María de la que  creo que tomamos buena nota...Todo fue un cocktel perfecto, no hay más que ver nuestras sonrisas en las fotos.

Ya en la comida,  Las personas que se encontraban dentro del “Círculo de la Amistad” creo que se quedaron alucinadas con nosotros, desde la misma llegada. Primero porque el número de comensales no dejaba de crecer; después, supongo que  alucinaban al ver a tanta juventud unida, sana y alegre (lo que no sabían ellos es que nos habíamos aprendido muy bien la homilía y había que ponerla en práctica, cuanto antes); por último, creo que no se esperaban que en el centro de la mesa se situasen dos jóvenes sacerdotes.  Eso ya sí que les tuvo que dejar a cuadros, y bien rodeados que los teníamos… anda que se iban a escapar de ahí, ¿eh?

Al decidir que la comida tuviese lugar en el patio, no me podía ni imaginar que éste se convertiría en un improvisado escenario, incluso me atrevería a decir en un tablao flamenco. Lo  mismo nos arrancábamos por villancicos, que por rumbitas y  sevillanas o incluso con un “Adiós con el corazón…” a D. Pablo. Había para todos los gustos. ¡¡Hasta castañuelas se habían traído los sevillanos!! “Siempre Así” y “Raya Real” a nuestro lado se quedan en la punta de los pies. ¡Vamos ya quisieran tener a “las Sisters” contratadas! ¡Qué maravilla de voces! ¡Era todo muy mágico! ¿Magia?  Sí, la magia propia de la juventud, la de la Navidad y por si no teníamos suficiente… ¡vino hasta un mago profesional! (yo creo que no se debe  ganar mucho con eso, se debe pasar mucha hambre… tanta,…que al final del  día se comía hasta las cartas…).

Por supuesto como toda fiesta que se precie, hubo momento foto. No costó ni ná situarnos delante del arbolito de Navidad. Lo de colocarnos según la altura parece que no se entendía muy bien, pero es que ni con ayuda de los escalones,... pues la foto de la escalera también tuvo su enjundia. Los del restaurante se portaron genial. Tras haberles revolucionado el patio, nos dejaron  ponernos en la escalera para la foto, nos encendieron las luces a propósito y encima nos hicieron ellos la foto de grupo (qué santa paciencia tuvieron…). Al grito de ¡Viva la JMJ! hicimos nuestra retirada e iniciamos nuestro periplo por la ciudad cordobesa.

¡Mejor historiador imposible! D. Antonio, ¿seguro que usted es de Sevilla? Batallitas y canciones surgían por doquier en cada una de las paradas que hacíamos. Saludamos al Gran Capitán en la Plaza de las Tendillas, admiramos el Belén Municipal en la Iglesia del colegio Santa Victoria, paseamos por la calleja de las flores, cantamos “Campanas las de la torre” en honor a la catedral, la cual visitamos de refilón (en la siguiente visita hay que profundizar, ¿eh?). Cumplimos con la tradición de rezar un Ave María delante de la Virgen de Julio Romero de torres. Bueno, como eso de cantar nos gusta y dicen que es rezar dos veces, entonamos una Salve Rociera que quedó divina. ¿Cómo venir  a Córdoba y no saludar a San Rafael? Ya aprovechamos para sacarnos alguna fotillo más en el Arco del Triunfo, antes de encaminarnos hacia “el Soho”, donde fue nuestro fin de fiesta. Para algunos el fin de fiesta estuvo en el bar típico de la ciudad “Casa Santos”. Alguna de las de la “Casa” vió que el “Cuerpo JMJ” todavía tenía ganas de marcha, así que nos propuso un reto: Si cantábamos un villancico , bien cantado y le gustaba… ¡¡¡nos invitaba a tortilla!!!, ¡con  lo preciadas que son sus tortillas! Pues ¡como no teníamos ensayado ningún villancico,...! ¿verdad?. ¿Quién nos iba a decir  que nuestro querido villancico improvisado sobre la marcha en el coche y con bluetooth nos haría ganar ,como colofón del día, una tortilla de patatas de Casa Santos? ¡Bendito villancico! No os creáis que era una racioncita, no, era la tortilla entera, ¡pedazo tortilla! Así que, con nuestro trofeo bajo el brazo salimos más contentos que unas pascuas. Y hablando de Pascuas, aprovecho para desearos: ¡¡¡¡Felices Pascuas!!!!

Sara C.

Pd: ¿Para cuándo el siguiente encuentro? Por ahí se rumorea que Córdoba ha gustado y que quieren que seamos ciudad de acogida…

!!Os acogeremos con los brazos abiertos!!

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