El pasado domingo 2 de octubre, festividad de los Santos Ángeles custodios, y aprovechando que finalizaba el Triduo al Santísimo Sacramento en la Capilla de Montesión, de la hermandad del mismo nombre, nos trasladamos desde la Parroquia de la Concepción, hasta la calle Feria.
Los que pudimos escuchar la misa predicada por D. Antonio, nos adentramos en la verdadera vida cristiana, seguidores de Cristo y cercanos a los que nos rodean.
Después de la celebración eucarística, de la mano de D. Rafael Buzón López, Hermano Mayor de la Pontificia, Real, Ilustre y Antigua Hermandad y Dominica Archicofradía de Nazarenos de la Sagrada Oración de Nuestro Señor Jesucristo en el Huerto, Santísimo Cristo de la Salud, María Santísima del Rosario en sus Misterios Dolorosos Coronada y Santo Domingo de Guzmán, nos enseñó tanto la capilla, como la casa hermandad, donde pudimos observar los “secretos” de la hermandad.
La capilla de la hermandad se encuentra en el número 59 de la calle Feria, parte del antiguo convento dominico que tras la desamortización de Mendizábal, y después de muchos avatares, se convirtió en Colegio de Notarios de Sevilla, muestra de ello es la entrada al espectacular salón de acto, antigua entrada de la Iglesia.
Presidiendo la capilla se encuentra Nuestra Señora del Rosario, imagen anónima del siglo XVII, una de las joyas de la semana santa sevillana, aprovechando que comenzábamos el mes del rosario y que nos encontrábamos a sus pies, le rezamos con fervor una pequeña “rosa” en forma de Avemaría.
Nos llamó la atención el portentoso Cristo de la Salud, obra del imaginero republicano, Luis Ortega Bru.
Cuando nos adentramos en la casa hermandad, y cuando subimos a la sala donde se exponen los enseres de la hermandad, fue como adentrarnos en la sala de los tesoros, en el vestidor de la Señora, donde fuimos recibidos por el prioste e insigne bordador, José Ramón Paleteiro, que nos explicó los distintas enseres con los que cuenta la hermandad. Destacaron las bambalinas del techo de palio, las sayas de la Virgen, las potencias del Señor, la Virgen visitadora…
Pero si tuviéramos que desatacar alguna de las cosas que vimos, nos quedaríamos con la Virgen de Guadalupe y con el manto de salida de la Virgen del Rosario.
La pequeña Virgen de Guadalupe, que acompaña todos los años en el frontal del paso de palio de Nuestra Señora del Rosario, imagen de plata de ley y marfil que regaló el gran torero Carlos Arruza, demostrando la gran relación entre la fiesta de los toros y el mundo de las cofradías, la relación entre Hispanoamérica y España, dos pueblos y una misma fe.
Otros de los secretos que pudimos comprobar, fue lo que el sueño de los apóstoles Santiago y Juan estaban custodiando, el precioso manto de salida de la Virgen del Rosario, y conocimos de primera mano, porque es tan característico su recogido sobre la cintura.
Para finalizar esta pequeña crónica de la visita a la Hermandad de Montesión quisiéramos dar las gracias a D. Rafael Buzón López por el trato recibido un domingo a tales horas.
Por Jose Manuel Gómez
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